Es difícil, sin duda, saber como gestionar la energía en el futuro. El mundo sufre un problema que, lejos de solucionarse, puede ir a agravándose con el paso de los años. La crisis de los combustibles fósiles han hecho mirar a la ciencia, hace tiempo, a otras posibles formas de aprovechamiento y generación de la energía que consumimos. Poco a poco, debido a problemas económicos derivados, han sido los gobiernos y las multinacionales las que han prestado atención a los avances, y poco a poco seremos los ciudadanos los que lo hagamos. Pero ¿de que manera podemos afrontar energéticamente el futuro?
La ciencia busca nuevas maneras de generación, maneras limpias y eficientes que supongan un respiro a las grandes producciones de electricidad. Hoy por hoy, las fuentes renovables (verdes) suponen un porcentaje bastante pequeño del pastel, con el que la sociedad tal y como la conocemos ahora no se puede abastecer. A pesar de que veamos nuestros páramos llenos de molinos, estos no suponen todavía una solución. Su generación es irregular y carece de continuidad. Como dato cabe decir que el país que mas potencia instalada en energía eólica tiene es Dinamarca, y necesita estar conectada a la red alemana para evitar las caídas grandes cuando el viento no sopla como debe.
Son muchas las voces que vuelven a abrir el debate de la energía nuclear. ¿Es realmente una solución? Yo, personalmente, creo que es una de las muchas soluciones, pero en ningún caso debe ser la única. Alguien dijo que “la nuclear es una energía demasiado perfecta para gestionarla bien”. Cierto, su potencial peligro es capaz de erizar el vello a cualquiera, pero lejos de ese factor cuenta con numerosas ventajas. Hoy por hoy, la nuclear es una de las energías mas limpias, ya que en su producción a penas se origina dióxido de carbono, es capaz de abastecer sin cortes ni fluctuaciones a grandes núcleos de población, y además se puede hacer mucho mas eficiente de lo que es ahora mismo. El problema surge cuando la pregunta es: ¿quién aceptaría una central nuclear a pocos kilómetros de su casa? Sin duda esa es una de las grandes limitaciones, así como el eterno problema de cómo gestionar los residuos.
Oí a un catedrático que la mejor manera de mitigar este problema es el ahorro. Una perogrullada como otra cualquiera a simple vista, pero llena de contenido si se sigue escuchando. La pequeña generación, es decir, la producción de electricidad en pequeñas dosis para abastecer a pequeños núcleos, o en nuestras propias casas, puede ser una de las soluciones. Estas pequeñas centrales tienen una eficiencia muy grande.
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